Cómo preparar a su hijo para una visita al dentista

 


Para muchos padres, la mera idea de llevar a su hijo al dentista infantil los llena de pavor. No hay duda de que el primer vistazo al interior del consultorio del dentista puede asustar mucho a los más pequeños. Pero al igual que con tantos aspectos de nuestra vida, la buena higiene dental comienza cuando somos jóvenes, y muchos niños dentistas dicen que cuanto antes, mejor. Visite la mejor clínica dental Rubí https://www.bocasclinicadental.com/index.html


¿Cuándo debo llevar a mi hijo al dentista infantil por primera vez?

Según la Asociación Dental Canadiense (CDA), los bebés deben ser evaluados por un dentista dentro de los 6 meses posteriores a la rotura del primer diente o antes de su primer cumpleaños. Eso puede parecer muy joven para algunos padres, pero el CDA enfatiza la importancia de la prevención o de determinar cualquier problema pequeño antes de que tenga tiempo de convertirse en un problema grande. Un niño definitivamente debe ver a un dentista de niños a la edad de 2 o 3 años cuando todos los dientes de leche estén adentro, recomienda la CDA, con chequeos regulares a intervalos de 6 meses.

¿Por qué es tan importante a una edad tan temprana?

Incluso en niños muy pequeños, un dentista infantil puede detectar problemas potenciales para evitar problemas más adelante. Por ejemplo, puede ver dónde no están saliendo los dientes correctamente, lo que podría indicar la posibilidad de un trabajo de ortodoncia en el futuro. Si un niño pequeño ya está desarrollando caries leves, podría ser que el proceso de limpieza necesite mejorar o quizás haya factores nutricionales que deban abordarse. Y, por supuesto, las pequeñas caries se pueden reparar antes de que empeoren y requieran un tratamiento más intensivo.

¿Cómo puedo evitar que mi hijo desarrolle "fobia dental"?

Este es un factor realmente importante para fomentar la higiene dental a largo plazo en sus hijos. ¡Muchos adultos temen más ir al dentista que hablar en público! Si usted es uno de ellos, trate de no transmitir sus miedos a sus hijos. Los niños tienen un radar muy sensible y pueden oler el miedo a una milla de distancia. Si ven que asocia un viaje al dentista con miedo y pavor, crecerán haciendo lo mismo.

Trate de explicar la importancia del dentista infantil, destacando los aspectos positivos de la prevención y el mantenimiento, así como el valor de una gran sonrisa. La combinación ganadora de una buena higiene dental y una alta autoestima no puede subestimarse.

¿Cómo debo elegir al dentista adecuado para mi hijo?

La relación que su hijo forme con su dentista puede sentar las bases de futuras actitudes y hábitos. Tenga en cuenta que el dentista infantil que usted está consultando puede ser o no la opción adecuada para sus hijos.

Pregunta por ahí. Obtenga algunas recomendaciones de familiares, amigos y vecinos. Si es posible, visite a algunos dentistas usted mismo y hable con ellos sobre sus programas dentales para niños.

Hable con sus hijos para prepararlos para esa primera visita crucial. No se limite a lanzarse sobre ellos, pero tampoco lo haga demasiado importante. Evalúe su reacción, escuche sus preocupaciones y tranquilícelos respondiendo a sus preguntas con calma. Muchos padres recompensan la visita al dentista infantil con un regalo especial, como un juguete nuevo, que puede ayudar al niño a asociar al dentista con un resultado positivo.

Por supuesto, cuanto más pequeños sean sus hijos cuando empiece a llevarlos al dentista infantil, menos necesitará este refuerzo positivo.

¿Cómo puedo ayudar a mis hijos a mantener dientes y encías saludables?

1. El dentista infantil es un factor importante para prevenir futuras afecciones dentales y reparar los problemas existentes. Pero recuerde que una buena higiene dental comienza en casa, requiriendo atención y diligencia diarias.
2. Supervise a sus hijos mientras se cepillan los dientes y usan hilo dental hasta que esté seguro de que lo están haciendo correctamente.
3. Asegúrese de que se cepillen los dientes al menos dos veces al día.
4. No dejes que utilicen demasiada pasta de dientes y nunca dejes que se la traguen. Una cantidad del tamaño de un guisante es suficiente para los niños.
5. Mantenga los alimentos y bebidas azucarados al mínimo y asegúrese de que se cepillen los dientes después.
6. Como algunos medicamentos pediátricos pueden contener una cantidad significativa de azúcar, anime a sus hijos a que se cepillen los dientes después de tomar estas sustancias para evitar una posible decoloración con el tiempo.
7. Vigile a sus hijos para ver si sus dientes están saliendo rectos o si están desarrollando algún problema con la mordida. Si tiene alguna inquietud, consulte al dentista de inmediato, incluso si es entre chequeos regulares. Cuanto más pequeño es un niño, más flexibles son sus dientes. Esto significa que los dientes muy jóvenes se pueden realinear con procedimientos de ortodoncia menores, evitando un tratamiento más intensivo a una edad posterior.
8. Por último, pero no menos importante, si sus hijos son verdaderos devotos de los deportes, anímelos a usar un protector bucal protector para evitar daños dolorosos, antiestéticos y costosos.

Una gran sonrisa y la salud de los dientes y las encías no ocurren por casualidad. Hay que cuidarlos y cuidarlos. Cuanto antes consiga que sus hijos adquieran buenos hábitos dentales, mejor. ¡Es un regalo que les durará toda la vida!

Comentarios